Foto tomada del blog “Los Tocinantes”
Al hablar de marketing en medios sociales suelen usarse como ejemplos compañías grandes, globales, como Starbucks, Nike, KLM y muchas otras. Parecería que el éxito para ser éxito requiere antes que nada tamaño. Pero personalmente creo que es un error poner tanta atención en casos de escala tan grande. El campo natural de los medios sociales, sobre todo de lo que podríamos llamar los medios sociales “orgánicos”, es decir sin presupuestos millonarios, son negocios mucho más pequeños.
En mis cursos hay un caso que suelo usar con frecuencia como ejemplo de lo mejor que un negocio puede hacer en medios sociales. Y la escala es super pequeña. Los que me siguen en Twitter muy probablemente saben a quien me refiero.
Los medios sociales han formado parte integral de mi relación con Cachito Mio desde el dia 1. Todavía recuerdo cuando pasé frente a ellos la primera vez. Lo primero que hice fue buscarlos y meter el lugar en mi lista de pendientes de Foursquare para regresar a la primera oportunidad. Los check-ins en Swarm son obligatorios porque me interesa que la gente los conozca. Compartir su contenido en Twitter y Facebook es algo que hago con gusto. En resumen, soy un fan irredento. Tan es asi que me han preguntado si soy su Community Manager, o más aún, accionista o socio.
No. Sólo soy un cliente contento. Y me atrevo a decir qué quizá voy más allá.
Soy parte de una pequeña comunidad (culto, le dirían algunos) a esas piezas de arte comestible que hace Alejandro Veraza en la cocina de ese hermoso y diminuto lugar. Eso simplemente ya sería digno de mención, pero hay un factor más en todo esto. De manera completamente intuitiva y empírica, Patricia Franco nos ha mostrado a muchos cómo se aprovechan un par de cuentas en Facebook y Twitter para poder nutrir un negocio. Más de un croissant o tarta de naranja (con la estrecha colaboración de Cucurucho Cafe) ha sido sacrificada en el altar de una agradable conversación con Patricia sobre estos temas. Ha habido experimentos y fracasos (desafortunadamente Foursquare está entre esos) pero por mucho los éxitos han sido más numerosos.
No se trata de Likes o Seguidores, aunque no duelen, se trata de servicio, se trata de contenido sencillo pero hecho a medida del negocio y del cliente, se trata de ser auténtico y saber que hay una persona con una sonrisa contestando cada uno de los tweets y comentarios. Podrán ser pequeños pero Cachito Mío avergüenza a decenas de compañías y agencias con presupuestos millonarios que no pueden lograr una fracción de lo que ellos hacen sin invertir un centavo. Porque ellos no han pagado jamás por promoción. Aclaro, no han pagado dinero.
Han pagado con dedicación, con tiempo, con atención, con gran esfuerzo, con dias largos de trabajo y noches cortas de descanso, con ponerse en segundo lugar a sus clientes, con escuchar más que hablar.
Eso se nota.
Por eso, y por las delicias que salen de su cocina, los amamos tanto.
Este post esta inspirado en lo que Maria Isabel Mota escribió en Apolorama. Ambos hemos estado ahi y aunque no se los digamos, tomamos a Paty y Alex como ejemplo. Yo he pasado muchas tardes y noches platicando con ellos. Conozco la historia de su negocio y lo que han hecho para que funcione, eso me hace entenderlos y apreciar lo que hacen todavía más. Al final es una historia de personas, no necesariamente de un negocio.
Y eso es lo que hace que los medios sociales funcionen tan bien para ellos.
Porque para eso no hay outsourcing, ni agencia que funcione.
Eso no podemos olvidarlo.
Sigo escribiendo.
Y comiendo los mejores croissants de la Roma.
Si quieren seguirlos, están en:
Pero si saben lo que les conviene, mejor vayan y prueben los quiches, tartas y croissants y me dicen lo que quieran.
Disclaimer: Cachito Mio no me dió nada, ni sugirió, pagó o compensó de ninguna manera por esto. Es más, ni sabrán que escribí esto hasta que lo vean en Twitter ;)
¡Hola Patty!
¿Qué otros casos de éxito en pequeña escala conoces?
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